Tintín CFH

Inicio el hilo con el afán de que me ayudéis un poquito con vuestras opiniones y/o sugerencias así como si alguien antes ha pasado por la experiencia de intentar restaurar o medio restaurar un ejemplar antiguo y con algunos daños (no exagerados)

Bien, el caso es que hace unos días "adopté", y digo adopté porque más que una compra aquello parecía cuando recoges un gatito o perrillo maltratado para proporcionarle un hogar feliz, como decía, adopté una primera edición del Tibet...

El estado era lamentable... básicamente (aparte de algunos desperfectos menores) el problema reside en el lomo...

La verdad es que el lomo sólo estaba (está) bastante desgastado pero conserva perfectamente su estructura, cosido y estabilidad, lo malo es que a algún "manazas" (por no decir otra cosa) no se le ocurrió otra cosa que "arreglarlo" poniéndole un segundo lomo con precinto plástico (vamos, el de cerrar cajas)... no contento precintando el lomo, por si le quedaba mal o demasiado flojo, el muy animal le metió dos capas...

El precio era más que razonable y me dió tanta pena ver una primera edición tan maltratada que pagué y me lo llevé para casa...

Al llegar, con todas las luces de la habitación encendidas y una buena lupa con pie que tengo, me dediqué poco a poco a extraer el maldito precinto con el mismo cuidado con que un egiptólogo desenvolvería una momia... lo conseguí... pude extraer las dos capas sin causar el más mínimo daño al lomo del libro (tenía un miedo enorme a llevarme un cacho de él, pero al final me sonrió la suerte)...

Sin embargo, y para mi desgracia, quité el plástico, pero una parte importante del pegamento se quedó en el lomo, lo cual hace que se te quede pegado a la mano si lo tocas (supongo que ese precinto igual llevaba años pegado ahí).

Resumiendo, después de la intro anterior, necesitaría de los conocimientos y experiencia previa de alguien, o incluso sólo vuestras opiniones o consejos de cómo podría "disolver" ese pegamento sin afectar las tapas (en realidad el "lomo" de precinto sobrepasaba como un cm cada lado del lomo, o sea que el final de la tapa del lado del lomo también "pega").

La idea sería eliminar en lo posible ese pegamento para posteriormente colocarle un nuevo lomo, lo más fiel posible en tamaño y color (azul) al original y que así el pobre pueda disfrutar de una vejez en mejores condiciones de las que ha tenido hasta ahora... os prometo dar el título de "padrino" del albúm a todo/a que eche una mano

Gracias por anticipado y espero ansioso vuestras ideas, prometo iros informando de la salud de la criatura conforme la vaya arreglando...
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Lo que cuentas transmite una emoción maravillosa, da gusto que haya gente como tú por el mundo. El uso de adhesivos (cello, cinta de embalar y similares) es precisamente uno de los ataques peores que se puede hacer a un libro, porque el pegamento ataca la celulosa y se combina químicamente, por lo que a la larga el daño es imposible de solucionar. Por suerte has hecho lo más difícil: quitar la cinta sin causar daños, pero aún queda la parte de eliminar los restos. Por supuesto quitar al adhsesivo es muy sencillo... si no nos preocupa dañar el material sobre el que se encuentra, que no es el caso. ¿Cómo actuar en este caso? Con muchísima paciencia y cuidado, aplicando sistemas de limpieza que vayan de los más simples e inofensivos en adelante. Yo probaría lo siguiente:

1) Hisopos de los oídos (palitos de algodón). Primero en seco, tratando de arrastrar las capas más superficiales de adhesivo. Cuando esto no sea efectivo, se puede humedecer ligeramente el algodón en agua con jabón neutro, ojo, humedecer, no empapar, pues hay que evitar que el papel se moje. Con este sistema se hizo, básicamente, la limpieza de la Capilla Sixtina, así que no hay que despreciarlo de antemano.
2) Miga de pan. Se compacta, hasta que quede bastante densa. Pasándola por la superficie, como si fuera una goma de borrar, posiblemente arrastrará parte del adhesivo (por supuesto, con cuidado, para no rasgar la base). La ventaja de la miga de pan es que se puede humedecer ligeramente, tanto como se quiera. Debería probarse, en orden, con agua, agua jabonosa y una mezcla al 50% de agua y aguarrás. Ojo, este último líquido, por supuesto efectivo con el pegamento, puede dañar la base, y de hecho lo hará si le damos oportunidad. Por tanto, ha de usarse solo como último recurso y con extremada precaución, de modo alternado con miga de pan limpia o húmeda de agua.

Lo ideal sería aplicar métodos inocuos a toda la superficie (hisopos, miga de pan seca), y luego ir atacando zonas delimitadas, de pocos centímetros cuadrados.

Ojalá la restauración sea efectiva, ¡no olvides hacer fotos del "antes" y el "después"

Hace tiempo que quiero hacer cursos de encuadernación y restauración de libros, ... Muy buenos consejos vicrogo, probaré en algún libro viejo que tengo por ahí.

Gracias

El tío dice que es en pocos pasos, aunque yo creo que es un auténtico curso condensado de cómo restaurar un libro. Reconozco que no me lo leí entero . No sé, tal vez cuando inventen los días de 28 horas me decida a hacer ésta y otras actividades más que tengo en el tintero.

Una pasada, los libros serán recordados como obras de arte de aquí a poco.

Yo la verdad, no puedo ayudar: tengo una primera edición de "Tintín y los 'Pícaros' de diciembre del 76 pero está en muy buen estado.

Gracias a todos/as, ahora llevo unas semanas con muchísimo trabajo y no puedo atender ni a vosotros, ni al foro, ni a la dichosa restauración (sólo he hecho unas pequeñas pruebas). He flipado con lo de la miga de pan... Ya os contaré / detallaré el proceso, aunque no será mañana mismo... ah! y lo de taringa, im-presionante...

Gracias
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Por ahora las pruebas hechas arrojan lo siguiente:

Los bastoncillos (los dichosos hiso-no-se-qué): Por sí solos, imposible. Dejan pelusa y dicha pelusa se queda pegada al lomo. Queda pendiente su uso con algún detergente o disolvente.

La miga de pan: Lo dicho, sorprendente. Todavía tengo que hacer más pruebas, pero sí tienen algo positivo, al usarla sobre una zona, esa zona deja de ser "pegajosa", pero en cambio no eliminan el producto, o sea, la zona queda como 'amarronada' por el color del pegamento pero como mínimo no se te quedan los dedos pegados. Haremos más pruebas con diferentes densidades de miga y posteriormente unida a algún tipo de 'producto', sea tipo jabonoso o disolvente.

Esmalte para quitar la pintura de uñas: Fantástico, pero usado con infinito cuidado y muy poquito a poco. Quita totalmente el pegamento y deja el papel en buen estado. Se tiene que ir con muchísimo cuidado, pero acaba dejando algo de señal, aunque todo debe decirse, si has ido con mucho cuidado la señal la ves porque sabes donde has 'rascado'...

Por ahora iré probando con lo que tengo por casa, ya iré investigando por ahí...

Seguiremos informando... Gracias a todos por vuestros consejos, padrinos/as...
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Por si no lo conocíais:

http://www.pedrorey.com/?p=1975

Abrazos,