Posted: 06 Oct 2007, 13:50
Bueno, en mi opinión (y a riesgo de ser linchado públicamente), a veces los fans de Tintín defendemos la obra de Hergé de forma sistemática y no atendemos a razones.
"Tintín en el país de los soviets" (aunque personas de ideología conservadora sostengan que Hergé retrataba la realidad en él) y "Tintín en el Congo" son dos auténticos disparates de principio a fin, incluso para la época. Algunas de las situaciones que se dan en esos álbumes se explican únicamente por el contexto histórico y cultural del momento (como las cacerías salvajes de Tintín en el Congo); otras conllevan una clara intencionalidad por parte del autor (si bien no era realmente su intención, sino la de la gente para la que trabajaba en aquel momento) con la que se induce a los lectores a pensar con una visión política muy concreta.
Arthur Conan Doyle o Jules Verne, por citar dos ejemplos al azar, vivieron en una época anterior a la de Hergé, y sin embargo en sus obras se encuentran los toques justos de racismo colonial y otras cosas que sí aparecen en la obra de Hergé. A Arthur Conan Doyle no se le ocurre, ni por un momento, justificar la terrible situación de los trabajadores ingleses de la época victoriana, ni intenta persuadir al lector de la importancia de la ocupación en la India por el bien de ese pueblo. Hergé lo hizo porque se lo ordenaron, ya que trabajaba para un periódico muy conservador. Es cierto que la culpa no es de Hergé, que más adelante demostró cómo Tintín se ponía siempre del lado de los más desfavorecidos sin excepción, pero también es innegable que esas dos obras están cargadas de racismo, colonialismo, anti-comunismo etc.
Por eso no debería sorprender a nadie que haya grupos de personas que se sientan ofendidos por lo que esas obras muestran. A mí, particularmente, esos dos álbumes (y Tintín en América, aunque ya no por razones ideológicas) me disgustan enormemente. Ni siquiera los tengo en mi colección (aunque me los acabaré comprando, qué remedio), porque los aborrezco, y no los leo nunca porque me resultan sumamente desagradables y aburridos.
Por supuesto, todo esto no justifica la censura y la caza de brujas a la que se han visto sometidos el resto de álbumes de la serie o el propio Hergé en vida. He leído verdaderas atrocidades sobre la Estrella Misteriosa, o Stock de Coque que no tienen pies ni cabeza. En cuanto Hergé se vio libre de hacer lo que quiso (con Los Cigarros del Faraón), el personaje de Tintín y sus aventuras cambiaron radicalmente.
En fin... mi opinion: al que no le guste, que no lo lea, que nadie lo obliga. La censura no está justificada. Pero tampoco podemos rasgarnos las vestiduras al oír las acusaciones y pretender que a esos álbumes no les pasa nada. Ésa es mi opinión.
Un saludo.
"Tintín en el país de los soviets" (aunque personas de ideología conservadora sostengan que Hergé retrataba la realidad en él) y "Tintín en el Congo" son dos auténticos disparates de principio a fin, incluso para la época. Algunas de las situaciones que se dan en esos álbumes se explican únicamente por el contexto histórico y cultural del momento (como las cacerías salvajes de Tintín en el Congo); otras conllevan una clara intencionalidad por parte del autor (si bien no era realmente su intención, sino la de la gente para la que trabajaba en aquel momento) con la que se induce a los lectores a pensar con una visión política muy concreta.
Arthur Conan Doyle o Jules Verne, por citar dos ejemplos al azar, vivieron en una época anterior a la de Hergé, y sin embargo en sus obras se encuentran los toques justos de racismo colonial y otras cosas que sí aparecen en la obra de Hergé. A Arthur Conan Doyle no se le ocurre, ni por un momento, justificar la terrible situación de los trabajadores ingleses de la época victoriana, ni intenta persuadir al lector de la importancia de la ocupación en la India por el bien de ese pueblo. Hergé lo hizo porque se lo ordenaron, ya que trabajaba para un periódico muy conservador. Es cierto que la culpa no es de Hergé, que más adelante demostró cómo Tintín se ponía siempre del lado de los más desfavorecidos sin excepción, pero también es innegable que esas dos obras están cargadas de racismo, colonialismo, anti-comunismo etc.
Por eso no debería sorprender a nadie que haya grupos de personas que se sientan ofendidos por lo que esas obras muestran. A mí, particularmente, esos dos álbumes (y Tintín en América, aunque ya no por razones ideológicas) me disgustan enormemente. Ni siquiera los tengo en mi colección (aunque me los acabaré comprando, qué remedio), porque los aborrezco, y no los leo nunca porque me resultan sumamente desagradables y aburridos.
Por supuesto, todo esto no justifica la censura y la caza de brujas a la que se han visto sometidos el resto de álbumes de la serie o el propio Hergé en vida. He leído verdaderas atrocidades sobre la Estrella Misteriosa, o Stock de Coque que no tienen pies ni cabeza. En cuanto Hergé se vio libre de hacer lo que quiso (con Los Cigarros del Faraón), el personaje de Tintín y sus aventuras cambiaron radicalmente.
En fin... mi opinion: al que no le guste, que no lo lea, que nadie lo obliga. La censura no está justificada. Pero tampoco podemos rasgarnos las vestiduras al oír las acusaciones y pretender que a esos álbumes no les pasa nada. Ésa es mi opinión.
Un saludo.